El líder introvertido

Por: Jesus Zepeda
Cuando hablamos de negocios y de startups, acostumbramos a visualizar personas que cuando llegan a una reunión de trabajo, demuestran un enorme liderazgo, que poseen un tremendo carisma, que son unos tiburones voraces a la hora de negociar y que siempre tiene frases y discursos inspiradores como respuesta a todo, ese es el estereotipo de un CEO actual, ¿o no? Es por esto que asumimos que el CEO exitoso, debe ser alguien extrovertido. 
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Pero, si eso es verdad, ¿qué pasa con quienes no son extrovertidos?, ¿los introvertidos no pueden estar a la cabeza de una empresa? Podemos comenzar mencionando a grandes líderes y CEO’s que son considerados introvertidos como Bill Gates, Mark Zuckerberg o Marissa Mayer, por ejemplo, personas que, gracias a su introversión, se dice que tienen una ventaja con los negocios, el pensamiento abstracto y la toma de decisiones, según un estudio realizado en 2012 por el psicólogo de Harvard, Randy Buckner. 

Esa dominación del pensamiento abstracto, apoya incluso, el hecho de que los introvertidos son más propensos a ser innovadores, por interactuar con los problemas y con las cosas en general, de maneras únicas y diferentes, menciona la revista digital InnovationManagement.se. Además, explica que son mejores oyentes y, al tener preferencia por pasar gran parte de su tiempo a solas, suelen encontrar distintas soluciones creativas a problemas actuales. También, se conoce que pueden ser CEO’s altamente efectivos cuando están rodeados de subordinados proactivos, esto se debe a la apertura que tienen para recibir retroalimentación de proyectos y apoyar nuevas propuestas; Sin embargo, en muchos casos con las personas extrovertidas, suele suceder lo contrario a esto último, ya que por su personalidad dominante, es complicado proponerles una opinión diferente. 
Así mismo, es también importante hablar de las dificultades de ser introvertido: alguien con este tipo de personalidad es reconocido por presentar complicaciones para comunicar sus ideas efectivamente en la primera presentación y, en general, para hablar en público. Presentan dificultad para relacionarse y para comenzar una plática, muestran ansiedad al estar en una junta y mucha más, en el caso de que no tengan conocimiento de la duración de ésta; además, no disfrutan mucho cuando asisten a un evento de networking, llegando a considerar a esta actividad como un mal necesario.
Ahora, creo que más allá de mencionar y reconocer ventajas y desventajas que pueden reflejarse tanto en alguien introvertido o extrovertido, lo importante es entender que, sea cual sea, el perfil con el que más te identificas, siempre puedes trabajar y desarrollar habilidades que te harán ser un gran líder, un gran CEO o estar a la cabeza de una startup. Esto último lo aprendí del caso de Warren Buffett, uno de los introvertidos-inversionistas más famosos de la historia, quien, a través de cursos y talleres para superar su miedo a hablar en público, logró generar ese cambio que buscaba y mostrarse como el líder que es ahora. 
Él decía, para un documental de Bloomberg TV, que su personalidad estaba siendo un obstáculo en su vida, por lo que hizo lo que cualquier introvertido metódico-analítico haría: investigó el problema y estudió cómo resolverlo. Para mí, encontrar ese equilibrio es parte fundamental en un emprendedor, esto lo hablaba en 1920 el psiquiatra suizo Carl Jung, quien identificó ese equilibrio en los ambivertidos, la personalidad que tiene características tanto extrovertidas, como introvertidas. 
Entonces, ahí lo tienes, puedes trabajar y esforzarte por llegar a ese punto que buscas (sucedió conmigo, aunque no lo creas). Así que, si estás leyendo esto, recuerda que puedes lograr ser como aquellas personas que admiras, que tu personalidad es única y especial, que también puedes integrar a tu equipo personas que complementen tu personalidad y, por último, que si me ves sólo en un evento de networking, pasa a saludarme, como alguien que fue en su momento bastante introvertido, te lo agradeceré.

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