TIP 7: Aprende a pedir ayuda.



Por: Capitán Hualiz

Muchas veces en el camino del emprendimiento, habrá obstáculos que no sabrás del todo cómo quitar o evitar. ¿Qué tanto te cuesta pedir ayuda capitán?

Diversos libros, artículos, incluso presión social, nos han hecho creer en los últimos tiempos, que como seres humanos somos tan autosuficientes, que no necesitamos de nadie más para poder lograr nuestros objetivos o alcanzar la plenitud y felicidad, y aunque esto es en gran parte cierta, a estos caminos de independencia emocional y desapego, se les ha olvidado recordarnos otra parte: somos humanos y necesitamos soporte. Pero soporte, no significa cargar, y es ahí donde inicia la diferencia entre ser completamente independiente, y ser autosuficiente. Podrás ser independiente en la medida en que tengas un crecimiento personal y espiritual, autosuficiente, en el sentido estricto de la palabra, no siempre lo podrás lograr. A veces, irremediablemente, necesitarás ayuda.


¿A la izquierda o a la derecha entonces?


En medio. Como parte de tu crecimiento personal, deberás aprender rápidamente a reconocer cuándo necesitas ayuda para avanzar en algo que no puedes por ti mismo, y cuándo sí puedes hacerlo o aprenderlo. La independencia y desapego que puedas lograr, será parte de tu crecimiento humano y profesional, reconociéndote como ente responsable de tu propia vida y felicidad, y para llegar a ello, el autoconocimiento te indicará tus fuerzas y tus debilidades. Aceptarlas todas, es lo más sano, y el inicio de un camino de crecimiento. En las debilidades, es donde encontrarás que puedes ser vulnerable, y requerir soporte. Es normal, y es sano reconocerlo. Sé consciente que eres responsable de tu éxito, y que pedir ayuda, es una forma hacerse responsable de ello.

Aprender a pedir ayuda, involucra que sepas: 


  • Darle voz a la humildad y reconocer cuándo no puedes hacer algo por ti mismo por más que te esfuerces (al menos no el momento), y reconocer que otro más sí puede.
  • Saber que a quien solicitarás la ayuda, sea alguien que pueda responder a esa solicitud en tiempo y forma.
  • Tomar la responsabilidad de los actos. Solo pides ayuda para avanzar más rápido, no para que alguien más haga las cosas por ti.
  • No abusar. Una ayuda es solo un empuje, no es delegar en otros tus obligaciones.
  • Ser agradecido en la justa medida. Es agradecer por la ayuda recibida, sin excesos, ni demeritar.
  • Responder cuando sea necesario. De la misma forma que a veces necesitamos ayuda, esos otros llegará el momento en que puedan requerir de ti. Aprende a tener la misma disposición de apoyo para los demás, pero recuerda, ayudar sin cargar con el peso total.
  • Darle el crédito a los demás cuando eso ocurra. Nadie quiere ser invisible del todo en esta vida. Si obtienes ayuda, dale el crédito a quien te la otorgó.
  • Comprométete a avanzar. Si ya has identificado en qué necesitas ayuda, toma las riendas y toma acción. ¿Es algo que puedas aprender por ti mismo? ¿Puedes cubrir de otra forma esa necesidad de ayuda? Toma acción para que en un futuro reduzcas la necesidad de esa ayuda, ¡crece! Sé aquel que busca que le enseñen a pescar, y no solo quien pide un pez cada que tiene hambre. 
Como puedes ver, pedir ayuda no es malo ni es sinónimo de debilidad. Sé independiente para hacerte responsable de tu propia vida, y aprende cuándo no se puede ser del todo autosuficiente. Después de todo, somos seres sociales, y funcionamos mejor si colaboramos para hacernos crecer mutuamente. 

¿Has pedido ayuda últimamente o ayudado a alguien? Cuéntame un poco capitán.


Hualiz