Un paso a la vez. El primer paso es el diagnóstico.

Por: Francisco Uribe
Enrique tenía toda su energía dirigida a su nuevo plan de vida, el simple hecho de escucharlo hablar de su idea de negocio transmitía esa sensación de seguridad absoluta, como de quien corre con determinación en una carrera, con la mirada fija en la meta, sin temerle a los obstáculos. 
Aunque Enrique tenía bien definida la idea de su emprendimiento, no podía disfrutar más de ese momento pues, le surgían dudas sobre la viabilidad y estimaciones del mismo. Sin embargo, esas dudas no lo hicieron desalentarse, por el contrario, se sintió retado, colmándose de confianza para encontrar las respuestas que le ayudarían a controlar la incertidumbre. 
Como siempre, es un gusto volvernos a encontrarnos por este medio. Sé que ahora que ya tienes un objetivo en mente eres imparable, por lo que me gustaría hablarte un poco de la primera etapa que todo proyecto debe tener: el diagnóstico. La finalidad de esta etapa, es la de descubrir y analizar los elementos necesarios para la explicación de la realidad cara a la acción del plan. Entiendo que, a veces, el desarrollar esta etapa tiende a generar la sensación de tedio, sin embargo, recordemos que el resultado de ésta nos abrirá un panorama completo de la situación, ayudándonos a diseñar las estrategias de acción. Por tanto, debemos de ser lo más analíticos y descriptivos posibles en esta actividad, ya que es el punto de partida al plan que nos guiará a transitar en nuestro camino al éxito.
Hoy en día, tenemos acceso a tanta información que puede llegar a ser abrumadora, sobre todo en el comienzo de esta etapa ya que, es difícil analizarla si no sabemos qué es lo que queremos descubrir. Debido a lo anterior, lo primero que te recomiendo es perfeccionar un pequeño cuestionario (tropicalízalo, dependiendo tu idea) que te ayude a aterrizar esta información de la manera más rápida y clara posible. A continuación, te enmarco algunas de las preguntas que, personalmente, uso en esta etapa:
1.- ¿Tenemos una necesidad no cubierta que nos pueda causar alguna situación no grata en nuestro proyecto? En caso de que la respuesta sea afirmativa, cuestiónate: ¿Cuál es esa necesidad?
Esta pregunta, a mi parecer, debe ser la primera en analizar ya que nos acercará a distinguir nuestros recursos reales, con esto, no hablo simplemente de los económicos, sino de tiempos, equipo, apoyo necesario de otras personas, clientes, proveedores, etcétera, que nos puedan llegar a generar algún obstáculo en el desarrollo del proyecto. En caso de que encuentres alguna necesidad no cubierta, sé lo más descriptivo que puedas, evita respuestas como “dinero” y “no se hacer tal cosa”; trata de dar respuestas claras, analíticas y hasta poner posibles soluciones que cubran esta necesidad. 
2.- ¿Cuál es mi situación actual?, ¿Con cuántos recursos cuento y qué cualidades tienen?
El desarrollo de la respuesta a esta pregunta debe de ser lo más honesta posible, sin caer en lo pesimista, pero sí dando información real, por ejemplo, ¿cuántas horas tengo al día para desarrollar mis actividades?, de las personas que me apoyan, ¿cuántas horas tienen disponibles? 
3.- ¿Puedo solucionar los recursos con problemas? 
Examina posibles escenarios, desde el mejor, hasta el peor, tratando de tomar como referencia los más neutrales, detalla qué actividades o situaciones podrán resolverse fácilmente y cuáles serán más complicadas, así mismo, en qué situaciones tendrás que buscar apoyo externo y en cuáles no. Considera si tu monto para inversión alcanzará en caso de que tus objetivos no lleguen en la fecha prevista. Poniendo estos factores en la mesa, una vez que comencemos a desarrollar el plan de acción, podemos poner prioridades y alarmas para poder alejar o controlar situaciones no gratas de la mejor manera posible.
4.- ¿Qué recursos, personas o características están implicados en los problemas que encontré?
Intenta encontrar patrones en las situaciones identificadas para saber qué áreas tendrás que reforzar más y a cuáles tienes que darles prioridad. En ocasiones, encontrando estos patrones desde las etapas tempranas del proyecto, será más factible balancear las actividades y recursos para que nuestro plan tenga un óptimo desarrollo.
Una vez que ya tienes las respuestas, lo más claras y detalladas posibles, analizaremos esa información con el siguiente cuestionario:
1. ¿Cuál será la estrategia y plan de acción para solucionar las situaciones que descubriste?
2. ¿Mis recursos son suficientes y cómo los administraré en el trayecto del proceso? 
3. ¿Puedo solucionar todos los posibles riesgos y estoy preparado para afrontar las diferentes posibilidades que pueda llegar a tener mi camino al éxito?
4. ¿Necesito replantear mi idea de negocio para llegar a mi objetivo?
Con esta herramienta que te sugiero uses y detalles lo mejor posible a tus necesidades, tendrás un panorama real y conciso de tu situación actual, de los posibles caminos y resultados que puedes llegar a tener y las posibles soluciones que debes aplicar en caso de alguna situación especial. Esta información nunca será estática, irá cambiando según la etapa en la que te encuentres. Te recomiendo que cuando haya algún cambio de paradigma o bien, alguna fuente nueva de información retomes este cuestionario y analices las respuestas para saber si no necesitas hacer algún ajuste o cambio a tu proyecto, sin embargo, te consejo no abusar de esta acción, ya que podrá alentar el desarrollo de tu proyecto.
Me despido por hoy, mi invencible amigo de batallas, no sin antes recordarte que ninguna metodología, tip o mentor, te asegurará el éxito, lo único que te lo asegurará es tu propia determinación. Así que recuerda, aunque el camino comience a tornarse difícil, nunca te des por vencido, porque tú siempre podrás hacerle frente a la adversidad.

Hualiz